De vuelta en el vientre de la Madre Tierra

La cabaña de sudación, también llamada temazcal, es una de las ceremonias más antiguas del mundo.

Desde la Edad de Piedra, ha servido como lugar de purificación, reflexión y reconexión con la vida. La cabaña —un espacio cálido, húmedo y oscuro, construido como un iglú— representa el vientre de la Madre Tierra. Aquí entramos para dejar todo atrás, conectar con nuestra alma y honrar los puntos cardinales y los elementos. Es una oración por nosotros mismos, por nuestras familias y por la vida misma.

Este espacio sagrado te acoge con calidez y ternura maternal. Ofrece apoyo durante los procesos de transformación, permitiéndonos desprendernos de viejas capas, reencontrarnos con nosotros mismos y celebrar la vida, hasta sentirnos renacidos. El conocimiento de esta práctica ha sido preservado y transmitido de generación en generación por los pueblos indígenas de Norteamérica y Latinoamérica.

Dentro del temazcal, la oscuridad, el resplandor de las piedras fundidas, el aroma de las hierbas, el vapor, el sonido de los tambores y los cantos, así como el silencio, se combinan para crear una atmósfera profundamente conmovedora. Aquí, lo viejo se libera y se abre espacio para nuevas perspectivas. El temazcal purifica cuerpo, mente y alma, y otorga nuevas fuerzas.

Para mí es fundamental que la ceremonia sea accesible y comprensible para todos. Traduzco al alemán muchas canciones, originalmente en español, y también he compuesto las mías, para que su significado sea tangible y claro. Trabajo con la rueda medicinal y los elementos, alineando la cabaña de sudación en consecuencia y conectándome con las energías del lugar. Como mis raíces están en Suiza, invoco a los espíritus animales locales para que la energía de la naturaleza fluya durante el ritual. La cabaña de sudación es muy importante para mí y forma parte de mi vida desde hace más de 14 años. He aprendido a través de años de experiencia personal y ahora sigo las tradiciones de la Danza de la Luna. Una de mis mayores inspiraciones y maestras es Simone Pfluger de Solothurn, donde he tenido el privilegio de adquirir la mayor parte de mi experiencia en la cabaña de sudación.

Me complace darles la bienvenida al vientre de la Madre Tierra.